Podemos distinguir dos maneras coloquiales de gestionar las empresas, una basada en la experiencia, que nos proporciona una intuición, y con ella dirigimos el negocio. Y una segunda manera, la que usamos los profesionales, que está basada en la información, y en base a su tratamiento, somos capaces de tomar decisiones.
Todavía, nos encontramos con empresarios que piensan que no necesitan de un sistema de información para “capitanear” su empresa, tienen todos los indicadores del negocio en su cabeza, y por lo tanto la clave tan solo radica en la acción.
PHVA es un concepto de trabajo que compagina perfectamente la acción con medir resultados, es difícil dirigir una empresa sin información, y esta información debe ser sistemática, medir cada cierre mensual los mismos parámetros, y comparable, básicamente el horizonte, mes en curso, acumulado y referido a año presente, año anterior y presupuesto.
PHVA aporta logros, es una aproximación sucesiva a la mejora continua, donde cada mes debemos ser capaces de ver en nuestra cuenta de explotación más valor. Doce aproximaciones sucesivas en un año, ¿Cuánto beneficio debemos ser capaces de aflorar? Y si no planificamos, no medimos, ¿alguien se atreve a garantizar éxito a nuestro negocio, sin medir? Solo aquellos a los que la suerte les acompañe y se alíe con su intuición, un poco peligroso, en mi opinión.
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