En mis primeros años de experiencia profesional en una multinacional francesa, esperaba con ilusión la aparición cada año del nuevo organigrama. Luego aprendí que el día mismo de la publicación del organigrama, éste ya era obsoleto, qué poco duraba la ilusión!!!
Después de unos años de experiencia y reflexión sobre la utilidad de los organigramas, comparto estas justificaciones para trabajar y comunicar un buen organigrama, sigue valiendo la pena tener ilusión.
Sentido y propósito. Entender para qué sirve nuestro trabajo. La mayoría de empleados sabe qué hacer, pero pocos, sabe cuál es su propósito.
Pertenencia. Sentirse parte de un equipo. Somos sociales, necesitamos no sentirnos excluidos, y que formamos parte de un equipo dentro de la empresa.
Confianza. Puedo conseguirlo. Cuando estamos amenazados, todas las energías son para protegernos, no para dar lo mejor de nosotros mismos.